El Hospital San Cecilio suscribe convenios de colaboración con Granabip y Sapame

El Hospital Universitario Clínico San Cecilio ha suscrito convenios de colaboración con la Asociación de Bipolares y Familiares de Granada (Granabip) y Salud para la Mente (Sapame) para trabajar en proyectos e iniciativas conjuntas en beneficio de los pacientes de salud mental.
A través de estos acuerdos, personas voluntarias de ambas asociaciones podrán realizar labores de acompañamiento y prestar soporte emocional a los pacientes de salud mental que en muchas ocasiones carecen de una red familiar de apoyo. Además, con ellos se va a impulsar la constitución de grupos de apoyo mutuo en el hospital y se va a promover la organización de actividades de formación, científicas y divulgativas relacionadas con el ámbito de la salud mental.
La Delegación territorial de Salud y Familias ha acogido el acto de firma en el que han estado presentes el titular de la delegación, el director gerente del Hospital Universitario Clínico San Cecilio, Manuel Reyes, la presidenta de Granabip, María del Sol Casas y el presidente de Sapame, Manuel Ortega Castro.
Con estos convenios se refuerza el trabajo que realiza la Comisión de Participación Ciudadana de la unidad de Salud Mental del hospital en la que están integradas las asociaciones vinculadas a la salud mental de la provincia.
Modelo de atención comunitaria
La atención a las personas con trastornos mentales en el sistema sanitario público de Andalucía está basada en el modelo de atención comunitaria, caracterizado por el trabajo en equipos multidisciplinares que forman parte de una red de servicios públicos centrados en la comunidad, la continuidad asistencial y de cuidados, la cultura de trabajo conjunto con el nivel primario de salud, el desarrollo de programas intersectoriales y la participación activa de pacientes y familiares.
En los últimos tiempos, el modelo de atención en Andalucía se ha visto enriquecido por la perspectiva de la recuperación que implica un paso más en la toma de control del paciente y su familia de todo lo concerniente a sus vidas, incluyendo los aspectos relacionados con la enfermedad. Desde este enfoque, el objetivo del tratamiento se centra en el proyecto de vida de la persona con enfermedad mental y en recuperar al máximo sus propias capacidades como individuo y como ciudadano, independientemente de la evolución de sus síntomas o problemas de salud.
Un elemento central de este enfoque es el empoderamiento de la persona con enfermedad mental y de su familia para incrementar el grado de elección, influencia y control que las personas usuarias de los servicios de salud mental y sus familiares pueden ejercer en los acontecimientos que se producen en sus vidas.