Profesionales de Neumología y Alergología participan en la mesa informativa con motivo del Día Mundial del Asma

Escrito por Francisco HERRERA el 2 may. 2024
La Asociación ‘Aire Libre’ de Granada impulsa la celebración de este día mundial cuyo lema en 2024 es “Educación sobre asma empodera”
Profesionales de Neumología y Alergología participan en la mesa informativa con motivo del Día Mundial del Asma

Profesionales de los servicios de Neumología y Alergogía han participado junto a miembros de la Asociación ‘Aire Libre’ de enfermos asmáticos y alérgicos en la mesa informativa instalada hoy en el Hospital Universitario Clínico San Cecilio con motivo del Día Mundial del Asma (7 de mayo).

Bajo el lema “Educación sobre asma empodera” se ha ofrecido información práctica sobre cómo controlar el asma, sobres los servicios que presta la asociación y se han resuelto las principales dudas en torno a esta patología. Además, la enfermera Mariángeles Ortega y la neumóloga Andrea Mendoza han ofrecido formación básica sobre el uso adecuado de los inhaladores más frecuentes, herramienta fundamental para el control del asma. Igualmente, por parte de Alergología se han realizado pruebas cutáneas de alergia a pacientes asmáticos.

El Clínico San Cecilio se suma así a la iniciativa de la Iniciativa Global para el Asma (GINA) que este año centra su atención en la importancia de que los pacientes reciban una adecuada capacitación sobre el asma para controlar su enfermedad y reconocer cuándo buscar ayuda médica.

Manuel Gallardo, jefe de servicio de Neumología, destaca que “es muy importante que el paciente con asma realice el tratamiento indicado y además lo realice correctamente. De ello depende el adecuado control de la enfermedad asmática, que no tiene cura, pero si un tratamiento muy efectivo, consiguiendo en la mayoría de las ocasiones que los pacientes puedan realizar una actividad física completamente normal, sin limitaciones”.

Hay que recordar, según el Dr. Gallardo, que “cada dispositivo de inhalación tiene una técnica inhalatoria concreta que el paciente tiene que conocer y realizar correctamente. Por ello, es fundamental el adecuado adiestramiento y refuerzos periódicos sobre su uso correcto para que el tratamiento tenga el efecto buscado”.

Fernando Florido, jefe de servicio de Alergología, señala que “se estima que entre un 60 y un 80% de los pacientes asmáticos son también alérgicos, por lo que deberían ser evaluados mediante la realización de pruebas cutáneas o determinación analítica de anticuerpos frente a alérgenos. La importancia del estudio alergológico radica en que los alérgenos son en muchos casos responsables del desarrollo y mantenimiento de los síntomas en los pacientes con asma bronquial.”

Es importante incidir, según Florido, en “rebatir conceptos erróneos que aun persisten como que el asma es solo una enfermedad infantil que se cura en la edad adulta, que es contagioso o que las personas asmáticas no deben hacer ejercicio físico. En los últimos años se ha generalizado la posibilidad de que la enfermedad remita y para ello disponemos de herramientas que nos ofrecen un diagnóstico exacto tanto desde el punto de vista de la función respiratoria como de la sensibilización alérgica asociada en porcentaje alto de estos pacientes”.

Igualmente, para un adecuado control de la enfermedad “es clave evitar los desencadenantes, y el hábito tabáquico, tratar a los pacientes con vacunas para las enfermedades alérgicas, usar los inhaladores antiinflamatorios a base de corticoides inhalados y en los casos de asma grave la aplicación de los nuevos fármacos biológicos” .

Sobre el asma

El asma es una de las enfermedades crónicas no transmisibles más comunes que afecta a más de 260 millones de personas y es responsable de más de 450.000 muertes cada año en todo el mundo, la mayoría de las cuales se pueden prevenir.

Los problemas universales clave sobre los que se requiere educación son el diagnóstico insuficiente o inexacto, el uso insuficiente de inhaladores de corticosteroides inhalados antiinflamatorios, el uso excesivo y la dependencia excesiva de los inhaladores de agonistas beta2 de acción corta (SABA) y el reconocimiento deficiente de los pacientes que requieren evaluación especializada y gestión posterior.