La Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) es el espacio físico del Hospital donde se atiende a los pacientes graves ó potencialmente graves, que son susceptibles de recuperación. Se incluyen todo tipo de patologías (médicas, quirúrgicas, traumatizados) y órganos afectados (cardiológicos, neurológicos, respiratorios, digestivos, renales, alteraciones metabólicas, etc). Para ello cuenta con equipamiento tecnológico avanzado y profesionales altamente especializados en su tratamiento y cuidados, garantizando las condiciones de seguridad, calidad y eficiencia adecuadas para atender este tipo de pacientes.
La UCI funciona como una unidad intermedia, que presta servicios a pacientes que proceden de urgencias, quirófanos ó plantas de hospitalización y son dados de alta a los servicios clínicos finales, y para cuyo correcto funcionamiento se encuentra coordinado con prácticamente la totalidad de las restantes unidades del hospital.
(Modificado de: Unidad de Cuidados Intensivos: Estándares y recomendaciones. Ministerio de Sanidad y Política Social. 2010)
Además de atender los pacientes ingresados en la UCI, los especialistas en Medicina Intensiva son los responsables del Equipo de Respuesta Rápida (incluyendo la atención a la parada cardiorespiratoria hospitalaria) que se activa ante un paciente en el que se produce un deterioro de su situación clínica en cualquier localización del hospital. Nuestro papel es clave en las patologías tiempo-dependientes, los denominados Códigos (Infarto, Ictus, Trauma Grave, Sepsis, Parada cardiorespiratoria, Aorta).
La UCI del Hospital es además la sede de la Coordinación Hospitalaria de Trasplantes, que garantiza el derecho de los pacientes a la donación de órganos y tejidos
En la UCI también se encuentra localizada la Consulta de Seguimiento post-UCI, que presta servicio a los pacientes y familiares que han tenido una estancia complicada y prolongada, a través de una consulta médica y de enfermeria.